AVISO: ESTA REVIEW CONTIENE SPOILERS

 

La Orden llega preparada para enfrentarse a los peligros que asolan todo Londres.

Ready At Dawn es una desarrolladora que cuenta con el apoyo  de Santa Monica Studios y, obviamente, de Sony. Entre sus laureles se encontraba los God of War Chains of  Olympus y Ghost of Sparta  para PSP, que tuvieron muy buenas críticas tanto de la prensa como de los gamers.

Envalentonados y arriesgando mucho, quisieron pegar el salto a la Playstation 4 y pusieron manos a la obra para desarrollar un juego que explotaría la consola y traería consigo una de las ambientaciones más queridas por muchos de nosotros en el mundo virtual: el Londres victoriano. Y así fue que estas compañías comenzaron con el desarrollo de The Order 1886.

Argumento

El juego nos narra las aventuras de una orden creada por el Rey Arturo, que se encarga de enfrentarse a las amenazas que Inglaterra sufre diariamente. En particular, de un grupo de enemigos que cada vez se expande más: los licántropos (u hombres lobo).

Nos encontramos ante una Londres que mezcla lo victoriano con lo steampunk, dentro de un universo alternativo, muy bien llevado a cabo por los desarrolladores.

Esa mezcla entre Londres victoriano y lo steampunk está muy bien lograda.

Así, a los controles de sir Galahad, deberemos investigar qué es lo que traman estos “mestizos” en Londres, y acabar con sus planes, para asegurar el bienestar y la supervivencia de todos los londinenses. Pero eso no es todo, ya que también debemos enfrentarnos a los rebeldes, que más allá de ser mestizos o no, nos harán la vida imposible más de una vez.

La fuerza de esta orden no solo reside en sus miembros, sino también en la llamada “Agua Negra”, que cada personaje lleva consigo a cada batalla. Al estar heridos, beben de ella y por arte de magia se curan, evitando así una muerte segura.

A pesar de estos enfrentamientos, tienen que ir renovándose ya que estamos ante los albores de la Revolución Industrial, lo que permitía que los enemigos fueran evolucionando, y así podían obtener armas nuevas y más potentes, zepelines, y los escopeteros con casco y chaleco que me hicieron putear hasta en lenguas muertas.

De a poco comienza a correr la trama, y uno va conociendo más sobre los enemigos. Nos encontramos con otra raza de monstruos que nos hacen ilusionar, pero queda en eso: una ilusión, ya que nunca más los volvemos a ver, ya que los únicos son los licántropos normales y los supremos.

A veces se siente que la historia está tirada de los pelos, y otras veces que no tiene sentido alguno. Por ejemplo: en un momento Sir Galahad es acusado de traicionar a la orden, por lo que lo llevan ante todo el grupo para ser juzgado. El tipo tiene la posibilidad de contar todo lo que investigó, incluyendo los verdaderos traidores, pero no, decide quedarse callado. Y así lo terminan sentenciando. No tiene lógica que no revelara lo que encontró, siendo que servía para advertir a toda la orden de los peligros que ya estaban en marcha.

Jugabilidad

El juego nos permite movernos por el entorno con Sir Galahad en 3ra, pero al apuntar obtenemos una perspectiva desde el hombro del personaje. En los momentos de tiroteos podemos disparar a ciegas y cubrirnos con cuanto lugar encontremos para tal fin.

Sir Galahad en acción.

Sir Galahad no está solo en esta aventura, ya que el cuarteto está conformado también por Lady Igraine, Marquis de Lafayette, y Sebastian Malory. Cada uno cuenta con su propia personalidad, y tendrán sus momentos a lo largo del juego. Pero lo que no tienen es una IA muy buena, ya que muchas veces hacen lo que se les canta y no te dan una mano con nada.

Las armas y otros aparatos nos las provee Nikola Tesla, muy bien ubicado en el entorno histórico, aunque me hubiera gustado que lo explotasen más. Ahora bien, estas armas quedaron en el debe para mí. ¿Por qué digo esto? Porque solo dos resaltan: La de electricidad y el rifle de termita. El primero, como su nombre lo indica, carga energía y libera un rayo que al tocar al enemigo lo despedaza. El segundo,  dispara un proyectil que genera una nube inflamable, por lo que al tirar una bengala (2da munición del rifle) hace que eso prenda fuego y mate todo lo que esté a su alcance.

Algunas armas son fantásticas, como la de la imagen. Obra y gracia de Nikola Tesla.

Las coberturas son esenciales en este juego, porque te disparan de todos lados y te hacen pelota. Así que hay que tener cuidado, apuntar seguro y bancarte todos los enemigos solo, porque por más que casi siempre vayas acompañado, tus compañeros no te ayudan una mierda. Varias veces me han matado mientras mi compañero se encontraba agachado detrás de una cobertura, sin disparar una puta bala.

Además, tenemos la posibilidad de activar un movimiento especial donde se activará el slow motion, así podremos fijar ciertos objetivos, y luego el personaje disparará automáticamente a ellos, pudiendo así matar a varios enemigos a la vez. El medidor para activar este movimiento es limitado, y se recargará luego de matar a varios enemigos.

Muchos han sido quienes han encasillado a este juego en un título de acción en 3ra persona, con lo cual discrepo luego de jugarlo y ver sus pros y limitaciones. Para mí este es un juego de aventura gráfica con secciones de disparos. ¿Por qué digo esto? Porque las secciones de investigación son un calco de juegos como Heavy Rain, Until Dawn, y ese tipo de juegos. Así, caminamos por el entorno en busca de pistas o para realizar alguna acción, pero no podemos hacer más nada, ya que el mismo sigue sus propios rieles, y no nos deja libertad para hacer lo que queramos.

Por ejemplo: en uno de los capítulos, Sir Galahad pasa por al lado de un par de rufianes que están golpeando a otro que se encuentra en el piso. Los valores de Caballero le deberían permitir intervenir en defensa de los débiles, pero sin embargo, no podemos hacer nada más que pasar por al lado y ver cómo continúan agrediendo a esa persona.

Otra cosa que fundamenta más lo que digo, es el excesivo uso de QTE (Quick Time Events) y de cinemáticas. Si el juego dura 8 hs., la mitad son cinemáticas. E incluso hay momentos donde dejás el joystick en un capítulo, y recién volvés a agarrarlo 2 capítulos después. ¿Qué mierda es esto? ¡Quiero jugar la puta madre! Pero no, te tenés que comer las cinemáticas.

Los QTE son abusivos, a tal punto que se utilizan para nimiedades, como para agarrar una llave. Vamos che, ¿Hasta esto hemos llegado? Con Kratos uno disfrutaba dando golpes finales a jefes enormes usando esta modalidad, y acá nos hacen apretar triángulo para agarrar una llave nomás.

Es por estas razones que lo siento como una aventura gráfica más que como un shooter en 3ra persona. Sí, tiene secciones de disparos, pero en conjunto, prefiero ubicarlo dentro de las aventuras gráficas. O si se quiere, un mix entre ellas y shooter con coberturas.

En todo momento a lo largo del juego, sentí que me iban llevando de la mano para donde ellos querían, ya que no tenemos libertad de acción. No digo mundo abierto, ya que esto es muy limitado, pero a lo que voy es que hubiera estado bueno intervenir en cuanto suceso haya, o ir por rutas alternativas, para dejar de lado esa sensación de que estamos en un carrito de atracción de un parque de diversiones, y vamos donde nos llevan.

Las fases de investigación van de muy malas a regulares. Algunas cosas que tenemos que usar para investigar son ciertos objetos, fotografías o diarios, donde al agarrarlos la cámara toma una perspectiva desde el brazo que sostiene dicho objeto, y podemos girar, verlo y…. Nada más. Una fase de investigación así podría servir para un Tomb Raider, pero acá te corta muchísimo el solo hecho de agarrar algo, girarlo y darte cuenta que no te sirve para una mierda. Pareciera un simulador de agarrar y girar cosas. Y por si fuera poco, no tenés contador de coleccionables, así que no sabés cuántos llevás o cuántos te faltan.

Ya se volvió una costumbre ver guiños a otros juegos en los títulos de PlayStation

Los enemigos no tienen mucha variedad, ya que los rebeldes se deben diferenciar en no  más de 4 clases, teniendo los de asalto con pistolas, los de asalto con ametralladoras, y los de asalto con escopeta. Estos últimos son los más jodidos, ya que tienen protección en el pecho y en la cara, y con un par de tiros que te peguen ya tenés que andar cargando punto de control. Además de estos, tenemos a los licántropos, pero de ellos hablaré en otro apartado, ya que se merecen una sección aparte.

Luchas contra licántropos

Dejé esta sección por separado, porque merece una mención especial. ¿Por qué les digo esto? Preparensé:

Existen apróximadamente 3 encuentros con licántropos normales en el juego. En una debemos apuntarle bien con el arma de electricidad, porque si le erramos nos matan un compañero y hay que hacer todo de nuevo.

Las otras dos son UN CALCO. ¿En qué sentido? Les explico: Zona industrial, 3 licántropos dando vueltas. Todos atacan por turno, y nosotros podemos esquivar y disparar cuando se vayan. Un bolazo hasta en su máxima dificultad, ya que simplemente con poner al personaje en una esquina, tendremos una visión panorámica de los lugares desde donde vienen los licántropos, así los esquivamos y les disparamos en la espalda cuando huyen. Y siempre, pero SIEMPRE hacen el mismo movimiento, y por el mismo camino. Así que de repetir esta estrategia, los matamos en cuestión de minutos. Les decía que son un calco, porque lo que les detallé acá arriba sucede dos veces, con situaciones iguales, con la misma rutina de los enemigos, y con la misma estrategia.

Pero eso no es todo. Además, hay dos momentos en el juego en que nos enfrentamos a Licántropos Supremos, que son más grandes y poderosos que el resto. Uno se espera un gran enfrentamiento, donde cada zarpazo podría suponer la muerte, así que tendríamos que escondernos y esperar el momento apto para disparar. Pero no, esos enfrentamientos son con QTE: esquivar, pegar, esquivar, pegar. Y repetir hasta que aparezca un botón para terminar el movimiento, o hasta que nos muestre una cinemática.

Pero ¿Saben qué es lo peor de todo eso? No es que haya 2 momentos así a lo largo de todo el juego, y tampoco que sean un calco, con mismos movimientos y situaciones. No, lo peor de todo esto, es que uno de esos momentos es LA FINAL. Si, como leen. Uno de esos encuentros, con QTE, es contra el enemigo final. Una completa desilusión.

Gráficos

Para la época en que salió, allá por 2015, ya nos encontrábamos con todo el hype por aquél video que se nos había mostrado en la E3 del 2013. Mucho tiempo había pasado donde lo promocionaban como un juego que explotaría la PS4, y sinceramente lo cumplieron, porque los gráficos de The Order 1886 son una delicia por donde se los mire. Detalles por todos lados, expresiones faciales fantásticamente recreadas, motion capture impecable, un mundo lleno de vida, e incluso quedaremos maravillados por cómo el entorno puede reaccionar a lo que hacemos, como sucede al apoyarse sobre la tela del zepelín, esta se hundirá. Simplemente fantástico. E incluso hasta hoy hemos visto pocos juegos que lo han superado o igualado.

El apartado gráfico es sublime.

Los tiroteos nos llenarán la pantalla de cosas, como explosiones, balas que pasan por al lado nuestro, chispas, humo, sangre, y un sinfín de elementos que remarca el mimo que le pusieron al apartado gráfico.

La iluminación de The Order es superlativa. Ya sea natural o artificial, es de lo mejor que he visto en esta generación, y se siente muy pero muy real.

Pocos juegos han logrado una iluminación tan buena como el de Ready at Dawn.

Los niveles en medio de la lluvia son un orgasmo, ya que veremos cómo el agua se escurre por cada elemento que nos rodea, siguiendo un movimiento muy natural. Todo muy bien recreado.

El juego corre a 1080p y 30 fps muy estables, aunque para lograr eso tuvieron que usar la técnica de las famosas franjas negras. A lo largo de todo el juego, veremos franjas negras arriba y abajo que, si bien luego de un tiempo nos acostumbraremos, nos dejan un sabor a poco ya que semejantes gráficos podrían apreciarse mucho más sin necesidad de recortar la pantalla. Algunos dicen que esto se hizo para mantener estable la tasa de frames por segundo, otros para mantener la resolución, y otros para hacerlo más “cinematográfico”. Lo cierto es que a muchos no nos gustó, y al menos debería tener la opción de quitarla.

Pero todo eso queda en segundo plano al apreciar los gráficos de ensueño que Ready at Dawn logró con The Order 1886. Y para más deleite nuestro, el juego cuenta con Modo Foto, por lo que podremos apreciar aún más el trabajo en los gráficos, y sacar unas capturas bárbaras, como pueden ver en las imágenes de esta review.

Este fue uno de los momentos en que creía que era una cinemática, pero en realidad estaba jugando. Impecable.

Sonido

El sonido es otro de los puntos altos que tiene el juego. No solo por la gran banda sonora que nos acompaña durante toda la aventura, sino además por los efectos de sonido que están muy bien logrados.

En ciertos momentos de disparos, oiremos las balas pasar rozando, explosiones por allá, gritos, granadas a mansalva, y en medio de toda esa hecatombe, una música que nos mete de lleno en el juego.

El juego está completamente doblado al español latinoamericano, con unas voces muy buenas. Aunque lo recomendable es jugarlo en inglés, ya que el inglés británico tiene un acento particular.

Controles

Los controles son bastante simples, y no innovan demasiado que digamos. Apuntamos y disparamos con los gatillos, con otro tiramos granada o segunda munición. Palancas para mover personaje y cámara, además de correr y centrar la misma, y los demás botones sirven para sortear obstáculos, recargar y agacharse. Con el stick podemos cambiar de arma y curarnos.

Nada del otro mundo, como verán, por lo que no es muy difícil adaptarse al mismo. Incluso a los QTE podemos hacerlos con una mano, mientras que la otra la usamos para apoyar la cabeza y disfrutar la película interactiva.

Extras

El juego tiene 22 trofeos, que se pueden sacar en una sola pasada.

Al terminar el juego, que podés hacerlo en unas 8 hs., la única rejugabilidad que tenés es para conseguir los coleccionables restantes.

Si bien el menú principal nos muestra una opción que dice “Extras”, ahí solo veremos unas cartas que no parecen servir para nada. Así de pobre es esto.

Palabras finales

Me acuerdo cuando muchos fanboys criticaron el Ryse Son of Rome de Xbox One, donde tenía unos gráficos fantásticos pero en el resto de los apartados se quedaba en el debe. Bueno, esa gente debería hacer un poco más de autocrítica, porque con The Order 1886 sucedió lo mismo: se enfocaron tanto en demostrar el potencial de la consola en el aspecto gráfico y sonoro del juego (que lo lograron), pero se quedaron cortos con la jugabilidad, historia, IA enemiga y aliada, duración del juego,  rejugabilidad y extras.

Tal vez no sea un juego para jugar online. No obstante, hubiera sido bueno que al menos tuviese pantalla dividida para dos jugadores, lo cual lo hubiera vuelto bastante rejugable y se disfrutaría mucho más con compañía.

Sabido es que se trata de una saga, y que esta entrega marcó el comienzo de la misma, pero queda la sensación de sabor a poco y que nos quisieron comprar con los gráficos.

Me dio mucha pena por aquellos que pagaron precio de salida por este juego, porque sinceramente no lo vale.

Por eso si me preguntan si recomiendo este juego, yo les aclaro todo lo que les conté acá, y les termino diciendo que sí, que lo recomiendo. Pero que no paguen más de 15 dls. por el mismo.

Esperemos que Ready at Dawn haya aprendido de estos errores y los enmiende a futuro para su secuela, porque la idea y la base ya están. Solo falta que la implementen bien.

 

 

Analisis
Graficos
9
Sonido
8
Jugabilidad
6
Argumento
6
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Abogado y gamer. Desde los 5 años con los videojuegos, pasando por varias consolas y varios juegos, que forman parte de lo que soy el día de hoy.
review-order-1886The Order: 1886 es un buen juego como inicio de una saga, pero con muchas cosas se queda en el debe. Muchos intentaron pintarlo como algo que no es, y lograron que otros se sintieran decepcionados. Esperemos que su secuela tome la base de este y expanda mucho más todas sus características, porque tal vez así logren reivindicarse y reconocer que los gráficos no son todo en un videojuego.