¿Puede una fase de pruebas usarse para analizar un juego? Supongo que no, pero las horas pasadas en Battlefield 1 estos días me han dejado un regustos a viejo, a zapatilla cómoda, a repetición de esquemas, a simplón… Un sabor que, por mucho que en EA y DICE se empeñen, la promo cantada por The White Stripes no hace más que potenciar con una serie de promesas que no son lo que yo he visto en mi casa.

 

Battlefield 1 ha llegado, espectacular en PC, cumpliendo con todos los requisitos de mostrarse en ultra, y ajustadito en Xbox one y PS4 con unos resultados gráficos que bueno, va, pero no me estén poniendo palote precisamente. Llegados a la jugabilidad, la sensación que da es la de haberse centrado más en la parte de Battlefield que en la del 1que le acompaña, con un escenario, también hay que reconocerlo, que no es el mejor para mostrar las bondades de este intento de simulador de I Guerra Mundial.

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La experiencia es divertida

Ojo, no quiero que nadie me maltinterprete. La experiencia de Battlefield 1 ha sido muy divertida. Me ha gustado mucho ver cómo se las han arreglado para meter la vieja tecnología armamentísticas en los nuevos y modernos controles de un juego bélico, y shooter para más señas, con unas pistolas que funcionan muy bien, unos rifles automáticos que… funcionan muy bien y unos fusiles de francotiradores que… No os voy a engañar, también funcionan muy bien.

 

Olvidaos de encasquillamientos, dificultad de apuntar, calentamiento del cañón o engorrosos tiempos de cambio de cartuchos: Battlefield 1 nos muestra la I Guerra Mundial desde el prisma de los ‘Warfare’ más ‘Advanced’ con un arsenal que parece viejo pero funciona como si hubiera sido diseñado la semana pasada por los chicos de Glock Ges.m.b.H. con unos tanques monísimos que se manejan de lujo, unos vehículos teriblemente manejables y unos aviones que poco tienen que envidiar a los xwings de Star Wars: Battlefield, digo… Battlefront.

 

Por si esto fuera poco, tampoco faltan los mapas digitales que nos advierten de nuestro entorno, las voces de mando que nos indican dónde atacar -o mediante las que indicamos dónde atacar- y que llegan a todos los miembros del pelotón estén donde estén en el amplio escenario. ¿Lo mejor? una voz femenina dentro de nuestras cabezas que nos indica cómo va el conflicto y qué puntos están siendo armados/desarmados conquistados/atacados, por si los numerosos elementos de pantalla no son suficiente para que sepamos dónde ir y qué hacer. Supongo que todos tenemos un antepasado que vivió la I Guerra Mundial, y Cortana no iba a ser menos.

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La diversión de machacar a los niños ratas en nombre de Gandalflin

 

Mola, pero no es lo prometido. O lo esperado.

Battlefield 1 es divertido. Es muy asequible y es sencillo convertirte en líder de equipo en pocas partidas, e incluso para un viejo lobo solitario como yo, el modo consquista puede reconocer nuestro buen hacer si nos dedicamos a conquistar banderas, aprovechar los blindados para causar bajas enemigas y, en fin disfrutar de la parte más online y alejada del conflicto bélico.

 

Sin embargo, sigo pensando que Battlefield 1 es demasiado Battlefield y muy poco 1. No veo todo eso que se prometía de crear una jugabilidad diferente más cercana a las viejas teconologías armamentísticas, no veo el sentimiento de estar en un conflicto de principios de siglo XX con tanto mapa y tanta prima de Cortana hablándome al oído, y al final, como siempre, la sensación es la de estar ante un nuevo Battlefield, otro Battlefield, con distintos escenarios, ropa y armas pero battlefield, al fin y al cabo.

Fuente: mundogamers