Ya más calmadas las aguas, hablemos de qué pasó en la tercera edición de Argentina Game Show, el evento más grande (e importante quizás) de videojuegos en nuestro país.

Quizás para este entonces, quien lea esta nota ya habrá visto un resumen de quejas o felicitaciones sobre el evento, la organización, los invitados o cualquier otro tema periférico. Pero llegó la hora de contar lo que vimos nosotros, desde Locos X Los Juegos.

Siendo un medio joven en el ámbito del periodismo de videojuegos en Argentina, esta es la segunda oportunidad que tenemos de cubrir el evento desde el otro lado del telón, acreditados. Si bien tuvimos idas y vueltas respecto al procedimiento de acreditación porque dependía de una agencia que no era la misma que de costumbre, no viene al caso ahondar más allá de esa breve mención.

Como suele ser costumbre, las puertas de esta AGS se abrieron con anticipación para que los medios cumplan su principal trabajo, que consiste, aunque suene obvio, en realizar la mayor difusión del evento a los distintos nichos que engloban sus lectores / seguidores. Es por eso que el día viernes parte de nuestro equipo pudo asistir a dicho “pre-opening” y recibir los agasajos que generalmente tienen preparadas las empresas para ellos. A diferencia de Miguel y quien les escribe, que estuvimos presentes el día sábado con el público ya colmando los pabellones, Matias y Emanuel disfrutaron de poder pasear libremente por cada rincón y ver o probar todos los stands que estaban disponibles.

La experiencia que se puede apreciar un día en donde no se encuentra la multitud, frente a otro que sí, es notoria. Pero sin embargo, no lo es tanto como fue en la edición del pasado año, donde el día anterior a la apertura general los organizadores nos permitieron probar la mayoría de la puesta en escena (algunos stands no estaban armados aún), para descubrir que su decisión fue la más acertada: el fin de semana estallaba de gente. Por supuesto la ubicación fue distinta, ya que en 2016 se realizó en un pabellón de Costa Salguero mucho más pequeño que en esta ocasión (Pabellón 1, equivalente a 2 comunes).

Para aquellos que pudieron asistir, creo que coinciden conmigo cuando digo que el stand preparado por PlayStation parecía sacado de contexto. Quizás no está a la altura de E3, pero definitivamente estuvo más arriba del estándar de AGS. Un despliegue de 2 pisos de consolas con títulos recién estrenados o aún no, varias estaciones con PS VR y mucho color azul. Además, contaba con la presencia internacional de una pata del equipo detrás de Days Gone, que mostró unas secuencias del juego a puertas cerradas y que tuvimos la suerte de disfrutar, gracias a la gente de PlayStation.

Alejando un poco la atención de Sony, y siguiendo con la anécdota de lo que representó nuestra asistencia el día sábado, quiero hacer foco en dos puntos: el espacio (físico) y la música. ¿Por qué? Porque fueron el “yin y yang” de la jornada. Por un lado mi primer observación al ingresar fue “Esto creció. Hay mucho más espacio que antes” (aunque dentro mío el Adrián negativo pensaba, ¿será que hay menos asistentes?); y como si el karma me persiguiera, bastaron 10 minutos para estar ATURDIDO del sonido que salía de todos los parlantes que había en el pabellón. No es mala idea tener una “música de fondo”, o escuchar a los protagonistas del escenario principal mientras convocan a la gente para un espectáculo; lo malo es que el volumen no bajara. Y lo peor, es que todo el recinto tenía niveles sonoros casi idénticos.

En cuanto al abanico de stands, incrementó. Desde BA Potenciate con su competencia de videojuegos (el equipo ganador se llevaba $ 200.000 para iniciar el proyecto), hasta Compumundo mostrando Super NES Classic, y Ubisoft con su ya de culto, Just Dance (que el público lo juega en cualquier lugar donde encuentra una pantalla). Realmente aumentar los metros cuadrados le sentó bien, ya que hubo la oportunidad de presentar unas gradas especialmente para los e-Sports y otras para la competencia 11vs11 de FIFA 18, además del escenario principal.

Como el año anterior, estuvo presente la Legion 501st Garrison Argentina con un sector dedicado a Star Wars: Into the Force: colecciones inmaculadas de objetos y vestimentas del mundo de George Lucas. Por lo visto este año no fue requerido un pago adicional para disfrutar de esto.

Por el lado de los invitados, estuvo la super simpática Carolina Ravassa, que si bien no pudimos estar con ella para entrevistarla, destilaba alegría en cada lugar del evento al que asistía. Temuera Morrison, el actor intérprete de Jango Fett en Star Wars Episodio II, dió unas conferencias en privado y público. Y por último Jose Araiza, de Ubisoft Montreal habló sobre Assassin’s Creed Origins y hasta regaló códigos para descargarlo. No hubo problemas ni quejas respecto a los invitados internacionales, aunque … los artistas nacionales generaron revuelo. Federico Bal y Laurita Fernandez fueron los asistentes al evento para participar de la final de Just Dance, y muchas críticas los persiguieron: “No tienen nada que ver con el mundo de los videojuegos” y “En Brasil fue Kojima” estuvieron en el podio. Y la realidad es que sí, hubiera sido más anecdótico ver al maestro Kojima hablando en el escenario, pero también sabemos que muchos asistentes al evento desconocen su nombre. ¿Es correcta entonces la convocatoria? Sí. Y no.

Nuestra experiencia en esta AGS pasó por visitar todos los stands (aunque no aquellos de ventas, que cada vez son más), divertirnos un rato con los chicos de Potenciate, que nos mostraron toda la imaginación y trabajo que lograron en solo 10 días, para luego centrarnos en probar Detroit: Become Human, en el stand de PlayStation. El pabellón estuvo bastante vacío hasta pasadas las 14 horas, donde todos terminaron de comer en el patio de comidas y fueron a probar algo de diversión.

Un punto muy importante por el cual nos vendieron la AGS fue, ademas de probar juegos que aun no salieron, la presencia de los e-Sports. La idea ver en primera fila la adrenalina de la escena competitiva nacional era lo que mas prometía de este evento. Lamentablemente, lo que recibimos no estuvo ni cerca a lo esperado. Si bien algún que otro error en el manejo de los tiempos son cosas que pueden pasar, no se respetó el cronograma, así como que el hardware utilizado no era el indicado (por usar monitores curvos). Por estos problemas se llegó a cancelar la semifinal de CS:GO, además que algunos miembros del equipo de Kitsune tenían que tomar sus vuelos de regreso a sus respectivos países (como Brasil), al igual que por su parte Malvinas Gaming a Uruguay. Ademas del mal trago que pasaron los jugadores de prepararse física y mentalmente para disputar un encuentro que no fue, terminaron gastando dinero en los viajes, hospedaje y viáticos en vano, ya que dudo alguien se haga cargo de eso.

Por otro lado las transmisiones prometidas para que la gente que no asistió al evento pueda disfrutar de las competencias por medio de Twitch en sus casas, fue un desastre. No se pudo apreciar como se debe los duelos de la final de Overwatch disputado entre Karma (La selección Argentina que participó en la copa Overwatch organizada por Blizzard) y Centauro Gaming. Fue una transmisión de baja calidad y llena de microcortes, que desmbocó en el enojo de miles de espectadores que se lo hicieron saber por medio de los comentarios.

Para cerrar y resumir lo que fueron los e-Sports en la AGS, mejoró mucho a lo que fue el año pasado, pero sigue estando muy lejos a lo que tiene que ser. Se le dio más importancia a otros aspectos y se dejó de lado algo que era fundamental. Esperemos que a futuro mejoren este punto y no se le haga pasar más malas experiencias al público que asiste con una idea de ver algo, y a su vez a los equipos/jugadores convocados.

Conclusión (3vs3)

El evento claramente creció, y lo demuestra. Tiene sus falencias, pero supo aprender de varios errores de las ediciones pasadas, y corregirlos. Los organizadores realizan su mejor trabajo y se nota la intención de seguir avanzando. Esperemos que el año siguiente tengamos más sorpresas internacionales (y no tantas nacionales).

Lo bueno
  • Más espacio
  • El stand de PlayStation
  • Muchas más marcas se sumaron
Lo malo
  • El ruido
  • Los invitados nacionales
  • La organización de los e-Sports