Microsoft ha revelado a través de una presentación emitida en vídeo una demostración técnica de cómo “el poder de la nube” puede ayudar a agilizar los procesos de un juego, realizando cálculos remotos que permitan a la máquina centrarse en otros menesteres.

Así, podemos ver cómo los cálculos necesarios para las partículas de un edificio que se derrumba bajan en 30 imágenes por segundo la tasa de un juego, mientras que realizados en la nube, el juego se mantiene en su tasa original.

Titanfall ya ha recurrido a la nube para mejorar la gestión de servidores, búsqueda de partidas, etcétera, aunque aquí vemos un ejemplo práctico de cómo puede afectar a los gráficos.