Assassin’s Creed II, Uncharted 2: Among Thieves y Mass Effect 2 son algunas de las mejores secuelas de todos los tiempos, pero ¿por qué? Cada uno de estos juegos tenía un predecesor defectuoso que mostró gran promesa, que los desarrolladores fueron capaces de tomar y refinar fantásticamente. Con Destiny 2, Bungie está buscando lograr algo similar. Después de tres años de aciertos y desaciertos a lo largo de la era del Destiny 1, el desarrollador está finalmente listo para mostrar lo que tiene entre manos con esta nueva secuela. Con una campaña real, nuevos mundos para explorar y una actualización de los sistemas de progresión del juego, ¿es Destiny 2 lo que sus fans están esperando o solo una expansión mas del juego base original?

La campaña tiene un comienzo epico. De vuelta en The Last City, junto a tu Ghost descubres que la ciudad ha sido asediada por The Red Legion del Imperio Cabal. Conducido por Dominus Ghaul, la Legión captura con éxito a The Traveler, cortando toda conexión del Guardián con la Luz. Sin Luz, debes convertirte en el faro de esperanza de todos los sobrevivientes, volver a unir a la Vanguardia y retomar lo que la Ghaul te ha quitado.

El aspecto más significativo de la campaña de Destiny 2 es que tiene una campaña real. Después de las misiones originales del Destiny, es bueno tener algo con más variedad y sustancia que “Oh mira un enemigo, ¡Mátalo!”. Eso no quiere decir que la campaña de Destiny 2 sea algo profunda. Los personajes entran y salen rápidamente de la campaña a medida que la historia te mueve de planeta en planeta. Mientras que el ritmo rápido mantiene las cosas activas, nunca se ralentiza lo suficiente como para crear cualquier conexión entre el jugador y el mundo y más aún cuando somos el protagonista silencioso de la historia. Aunque no se puede negar que esta vez Bungie se esfuerza por hacer de tu Guardián alguien interesante.

El antagonista es sorprendente, Ghaul. Presentado en los trailer como una fuerza bruta que viene por tu luz, Gaul en un principio parecía ser un cliché ambulante. El producto final es todo lo contrario ya que por medio de la campaña presenciamos un lado que nunca antes habíamos visto. Ghaul no tiene la cantidad de tiempo en pantalla que merece, lo cual es decepcionante considerando que es la mejor parte de la historia.

Completar la campaña puede durar entre 6-8 horas, con una cantidad de misiones bien escritas y variadas. Claro, algunas misiones típicas no podían faltar, pero para la mayoría de las misiones, hay más que suficiente contexto y diversión para mantener a los jugadores en marcha. Una misión puede ser la de conducir un vehículo, en otra escoltar un objeto valioso o teletransportarse en distintas areas para salvar a un amigo. Hay mucha más variedad en las misiones de Destiny 2.

Si algo hizo bien Destiny en sus primeros 3 años fue el gameplay el cual transporta maravillosamente a Destiny 2. Apuntar y disparar se siente fantástico, el movimiento entre plataformas ahora es mucho mejor ya que el Guardián ahora capaz de trepar sobre los bordes lo que debe ayudar a los jugadores a evitar algunas muertes innecesarias.

Gran parte de los cambios en el juego son internos. Las clasificaciones de armas primarias, especiales y pesadas han sido reemplazadas por cinéticas, de energía y armas de poder. Mientras que muchos pueden lamentar el hecho de que los rifles francotirador, rifles de fusión y escopetas se han movido a la ranura de arma de poder, los cambios realizados en las clasificaciones son en última instancia inteligentes. Los jugadores ahora tienen armas más viables para elegir, lo que hace más fácil atravesar los escudos enemigos con armas de energía, derrotar enemigos comunes con armas cinéticas y mejor control AoE con armas de poder. Nuevos tipos de armas como ametralladoras y lanzagranadas se agregaron para dar más variedad y son muy divertidas de usar.

No hay clases nuevas, cada una de las tres clases que regresan obtiene una nueva subclase. Los cazadores con Arcstrider, los Titanes la subclase Sentinel y los Warlocks Dawnblade. Cada una de las nuevas subclases son divertidas y los jugadores pueden desbloquear sus otras subclases de Destiny 1 (Gunslinger, Striker y Voidwalker) y las de The Taken King (Nightstalker, Sunbreaker y Stormcaller) si las nuevas no son de su agrado. Cada clase que regresa ha sido modificada para hacerlas más viables en Destiny 2.

Una serie de nuevas ubicaciones en la Tierra, Titán, Nessus e Io reemplazan a las localidades de la era del Destiny 1, y en su mayoría son enormes mejoras. Las áreas abiertas pueden no ser necesariamente más grandes pero están llenas hasta el borde con más exploración y actividades. Las actividades como Eventos Públicos han sido renovadas para ofrecer encuentros más atractivos, y nuevas actividades como las aventuras permiten a los jugadores profundizar en la historia. Los nuevos líderes de facciones habitan solitariamente cada planeta. Explorar las áreas abiertas se siente demasiado vacío y no hay ningún otro NPC con el que interactuar. Los Líderes de Facción son un gran comienzo, pero es decepcionante que no haya más en las áreas abiertas que no sean los Sectores Perdidos, Eventos Públicos o caminar hasta una bandera para iniciar una Aventura.

Hablando de enemigos, Destiny 2 no añade nada nuevo a la mezcla. Cada una de las facciones del juego original vuelve con algunas unidades nuevas, pero no cambian el hecho de que estos son los mismos enemigos a lo que has estado disparando durante los últimos tres años. Teniendo en cuenta que estamos explorando nuevos mundos exóticos, ver nuevas especies enemigas sería lo esperado.

El sistema RNG está de vuelta, pero se ha simplificado para ser más gratificante. Los Líderes de las Facciones regalan artículos Legendarios después de que les entreguen suficiente emblemas de Facción, lo cual se pueden encontrar participando en actividades en el mundo, jugando en el Crisol, desmantelando objetos y participando en Asaltos. En general, no es difícil llegar a un alto nivel de potencia para participar en las actividades finales del juego. Lo que ha impactado negativamente en Destiny 2 es la habilidad de un jugador para personalizar su Guardián y ganar ciertas recompensas.

Shaders, Naves y Sparrows, que podrían obtenerse como recompensas en la era del Destiny 1, están vinculados al sistema de microtransacciones de Destiny 2. Sin duda, shaders raros y comunes se pueden encontrar explorando los diferentes mundos, pero los shaders más deseables están bloqueados detrás de microtransacciones y ahora son de uso único. Es genial que los shaders ahora se pueden colocar individualmente en cada pieza de armadura o arma, pero convertirlos en consumibles de una solo uso y unidos a microtransacciones es terrible. Cambiar tus shaders dentro y fuera en Destiny 1 era una parte divertida de personalización, pero el nuevo sistema de Destiny 2 deja todo eso atrás.

El multijugador competitivo vuelve en el Crisol, que ha pasado por ajustes extensos. Atrás quedaron las partidas 6v6, reemplazada por 4v4. Si bien esta es una opción curiosa, el número de jugadores funciona bastante bien en el juego. Todos los mapas multijugador se han diseñado teniendo en cuenta este número y es fácil encontrar a tus enemigos. Jugar en el Crisol es también más gratificante con el botín generosamente aumentado y los emblemas de Reputation al final de cada partida.

Hay un total de ocho mapas (nueve si estás jugando en PS4), y cinco modos de juego. Supremacy, Clash y Control son parte de la opción Quickplay, y los nuevos modos Countdown y Survival forman parte del Competitivo. Lamentablemente, no hay opción para seleccionar el modo de juego que deseas una vez que selecciones Quickplay o Competitivo. Si realmente quieres jugar a Control, tienes que esperar que el matchmaking del juego no te lance al azar en Supremacy o Clash.

Todas las actividades en Destiny 2 se pueden jugar cooperativamente, pero la prueba real de la camaradería de un Fireteam se da en los Asaltos, que en Destiny 2 hay en variedad. Hay cinco Asaltos en el juego (seis si estás en PS4), y cada uno está meticulosamente elaborado para exigir la coordinación de tu Fireteam. Son mucho más emocionantes que los asaltos en el Destiny original y con un botín más gratificante. Aquellos que busquen un reto y mejores recompensa deberán vencer el Ocaso, que se desbloquea al final del juego.

Destiny 2 asombra con su dirección de arte fantástica, presentando mundos que son más grandes y más detallados. La zona muerta europea y Nessus, en particular, son elaborados mundos llenos de vegetación silvestre, árboles altísimos y ríos que fluyen. Efectos, iluminación y trabajo de animación son también de primera categoría, ayudando a hacer que el mundo de Destiny se sienta como un lugar real.

La trama y la actuación de voz está en su mayoría bien. Hay algunas líneas cursi, pero no hay nada tan extravagante como “ese mago vino de la luna”. Mientras que la mayoría de los actores de voz ofrecen excelentes actuaciones, es Failsafe de Joy Osmanski quien resalta junto al ya clásico Nathan Fillion. Con excelentes momentos comicos Osmanski ofrece las mejores bromas del juego y hace que Nessus sea el lugar más divertido para visitar.

Destiny 2 es lo que Destiny debería haber sido, pero no es lo que una secuela debería haber sido. Eso no quiere decir que no sea divertido; de hecho, el mundo del Destiny nunca ha sido más entretenido. Destiny 2 agrega con éxito un montón de mejoras de calidad de vida que hacen que el juego sea menos una rutina. Un mapa en el juego, los líderes de facciones y el seguimiento de eventos públicos hacen que el juego sea más gratificante. Una campaña real, una buena cantidad de Asaltos, el crisol y una gran cantidad de actividades paralelas aseguran que Destiny 2 permanecerá en la consola durante mucho tiempo. En otros aspectos, sin embargo, Destiny 2 se siente más como una expansión que como una secuela. La falta de nuevos enemigos es extremadamente decepcionante, lo que significa unos cuantos años mas luchando contra los mismos enemigos. Mientras que los nuevos mundos ofrecen más espectáculo y detalle que cualquier cosa en la era del Destiny 1, todavía se sienten vacíos sin NPCs o un aumento en el número de jugadores. Por supuesto, hay las microtransacciones, que ubican a la mejor opción de personalización de la franquicia detrás de un paywall o, si no quieres pagar, tendrás que farmear excesivamente Engramas Brillantes. Sin embargo, Destiny 2 es divertido. Puede que no sea la gran secuela que parecía ser pero es mucho más Destiny, y esta vez es mucho más refinado y gratificante.